Te doy una receta mía que no sé de dónde la saqué, eso ya corresponde al folklore propio de una MINA SABIA:
Si pusiste uno de esos envases metálicos: el aerosol del desodorante o contra los mosquitos, o el inocente frasco de odex o cualquier cosa que en tu bañera o en tu lavabo dejó una marca de óxido imposible de remontar: aplicale una especie de emplasto que ahora paso a contarte, montado, por ejemplo, en un algodón:: jugo de limón y sal. De ellos las proporciones necesarias para que sea algo maleable. Aplicalo sobre la mancha. Revisá cada tanto, y cuando la mancha de óxido desapareció, retirá el emplasto y usá agua y jabón.
No probé en las telas. Pero a mí me resulta infalible, porque nadie me puede quitar mi tendencia a dejar dichos envases sobre las superficies enlozadas. MLC
¡MANCHAS DE OXIDO? Dice Ana Rey:
Con respecto a quitar las manchas de óxido con sal y limón, también funciona en las telas. Cuando planchás y se pone un color medio dorado en la ropa, se lo saca con un algodón con agua oxigenada. Cuando se resecan las manos, en mi flia. se ponían azúcar con unas gotas de aceite y limón. (En la mía también, Ana!) Además te sacan las manchas rebeldes. Me pasó con manchas de pintura.
lunes, 11 de mayo de 2009
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