martes, 14 de abril de 2009

DE MI FECHA Y DE MIS VIDRIOS - Marily Canoso.

Cuando escribí en el Blog mi fecha de nacimiento, de inmediato salió también que era de Virgo y Dragón en el Horóscopo Chino. La borré de inmediato porque me gusta dar trabajo, aún en ese tipo de detalles, pero agrego que si bien no necesito buchonear demasiado mi edad de la que me enorgullezco pero es mi tema, es precisamente mi edad la que me da derecho a ser más yo misma que en cualquier otro momento de mi vida. Qué se yo... Nunca pedí permiso a nadie, pero el asunto es de mi incumbencia. Quienes me conocen me entienden. O no. Podrán rumbear si agrego al acertijo que el día siguiente de mi nacimiento fue el gran bombardeo de Londres, día en que por otra parte alumnos de las escuelas públicas plantaban jacarandas en la calle Lacroze. Para que no salgas a buscar las efemérides te aclaro que nací un nueve de septiembre de 1940. Puesto aquí suena mejor. Y significa que te bancaste la lectura hasta aquí, y no queda expuesto el rótulo como si llevaras la etiqueta de XL en la remera puesta al revés. Ese dato de los jacarandas que te decía parece perseguirme, porque esa planta, precisamente, es la que más me emociona cuando empieza a florecer entre octubre y noviembre, y termina por alfombrar las calles hasta que el viento aleja de nosotros el milagro hasta el próximo año. También asocio el azul, ahora más intenso entre cobalto y ultramar, con los vidriecitos que, ya dije, coleccionaba en mis primeros recuerdos junto a otros de colores, tesoro que ya prefiguraría mi pasión por los vitrales, rosetones de iglesias románicas y góticas, Chartres.
Al kaleidoscopio de mi infancia lo recuerdo como en un sueño, tenía mucho vidriecito azul y verde y algo de rojo, pero es posible que mi recuerdo se confunda con alguna de las sensaciones que quizá sentí frente a esas vidrieras redondas, no me refiero tanto a las de más porte, al frente o al fondo de una catedral, sino a una vidriera redonda menor, azul, brillante, azul del agua y cielo de Grecia desde las ventanas continuas de la platea del Egnatía que nos cruzaba de Brindisi a Corfú. Un horizonte redondo que en una versión pequeña lo sigo viendo desde mi kaleidoscopio soñado.

Ser MINA por agallas, por tango, por la velocidad para resolver problemas cuando se pueden resolver; por tratar, cuando se puede, de dejar pasar; por muchas otras veces en que no dejás pasar aunque eso duela y en principio te otorgue mala prensa.
Lo de SABIA es un accidente, un adorno que cada cuál puede adjudicarse o que alguien puede adjudicarte, pero te puedo asegurar que la experiencia acumulada en el mundo dice que si sos, lo que se dice, una MINA verdaderamente SABIA, hacés lo posible para que no se te note.

1 comentario:

marianamei dijo...

Hola
Soy Mariana. Gracias siempre, profe. Cómo puedo escribirte.